«>Nuestra proteína ofrece una alternativa real para la formulación de piensos:
Perfil nutricional superior
Nuestro producto contiene >70% de proteína de alta calidad, que contiene todos los amino ácidos esenciales y un perfil amino acídico óptimo. No es de origen animal ni ha sido modificada genéticamente.
Alta digestibilidad
Las proteínas de origen bacteriano son muy digeribles al poseer estos microorganismos una pared celular más liviana que otros organismos como las levaduras, hongos o plantas. Esto las hace perfectas para en dietas de animales que tienen necesidades especiales, como son los lechones tras el destete, los pollos de 1-día, determinadas especies de peces o incluso mascotas.
Segura para el planeta
Nuestro planeta necesita que desliguemos la producción de proteínas de la agricultura y del consumo intensivo de recursos limitados. También debemos asegurar una producción que no genere grandes emisiones. Para la producción de nuestra proteína necesitamos un 99% menos de suelo, un 90 % menos de agua y generamos un 60% menos de emisiones. No compite con la producción para alimentación humana.
Proviene de un organismo natural de una sola célula, sin modificaciones genéticas. A pesar de esto, es una proteína completamente natural, aunque no se cultiva de manera tradicional.
Precio estable y calidad constante
El precio y suministro no depende de factores externos, como condiciones meteorológicas adversas o conflictos geopolíticos. Puede cultivarse en cualquier parte del mundo, proporcionando un suministro seguro de proteínas.
Rápida producción y competitividad en coste
Innovación
Nos hace innovadores nuestra tecnología:
La fermentación microbiana para la producción de proteínas se conoce desde hace años, sobre todo a nivel experimental, pero ha eludido la explotación comercial por bajo rendimiento del proceso y alto coste. Nuestra metodología de optimización de bioprocesos, que se apoya en simulación de procesos mediante gemelos digitales, nos permite obtener el máximo partido de los subproductos que utilizamos como material de partida, generando un producto final consistente, robusto y económicamente viable.
Nos hace innovadores nuestro producto:
Las proteínas bacterianas destacan frente a otras proteínas de fermentación como las levaduras o las microalgas, por un contenido superior de proteína de alta calidad nutricional y una mayor digestibilidad.
Nos hace innovadores nuestro mercado:
Apostamos por mejorar la sostenibilidad del propio sistema de producción animal, a través de nuevas formas de alimentación que generen una descompresión del sistema de cultivo.
Impacto
La población mundial es, en la actualidad, tres veces mayor que a mediados del siglo XX. Se estima que la población aumentará en 2.000 millones en los próximos 30 años, alcanzando los 9.700 millones de personas en 2050 y pudiendo llegar a un pico de cerca de 10.400 millones para mediados de 2080.
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta la sociedad es la alimentación adecuada de esta población, que requerirá la producción de un 70% más de alimentos. Uno de los elementos nutricionales clave de la dieta es la proteína, cuya presencia es necesaria para la construcción y reconstrucción de los diversos elementos del cuerpo (órganos, músculos, huesos y tejidos conectivos). En base a las previsiones de crecimiento de población citadas, se espera que la demanda de proteína se duplique en 2050. La carne y el pescado se consideran las principales fuentes de proteína de alta calidad, con una media de consumo en la población actual de 68 gramos de proteína al día (y hasta 85 gramos/día en los países más desarrollados) y un total de 328 millones de Tm de carne al año.
Para dar respuesta a la demanda creciente de proteína, la ganadería y la acuicultura, se presentan como una alternativa poco eficiente e insostenible. La industria de producción de carne y pescado está haciendo frente a una doble crisis: por un lado, la escasez de proteínas que también afecta a la alimentación animal, con los precios de las materias primas utilizadas para formular pienso creciendo y un suministro incierto. Por otro lado, la creciente presión social por el importante impacto ambiental resultante de sus actividades. La ganadería es actualmente responsable del 23% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero en el planeta y el 70% de la huella de carbono asociada a este sector proviene de la producción del pienso. El componente proteico de estos piensos es el que contribuye en mayor medida a esta huella de carbono, en gran parte debido al cambio de uso de suelo para el cultivo de oleaginosas (para la producción de harinas de soja).
Se hace necesario replantear y transformar el sistema productivo actual y que, la creciente demanda de alimentos para la cría de peces y ganado se satisfaga con alimentos ricos en proteínas, pero con un impacto ambiental mínimo, desligando su producción de la agricultura y el consumo de recursos naturales limitados.
